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Lista: Inmaculada_C

María, María ven
María, María, ven, María escúchame, y en mi camino, Madre, acompáñame. Cuando tú estás cerca de mí, me siento muy feliz, porque te tengo junto a mí, así soy más feliz. En la vida y en la muerte, María ven a mí, cuando me encuentre junto a Ti, me sentiré feliz. Guía al pobre y al peregrino por tu camino de amor, hasta la presencia de Dios guíalos, alegres vivirán.

Gloria (del gato)
Gloria a Dios en el Cielo y paz en la tierra. (bis) Por tu inmensa gloria te alabamos, bendecimos. Te glorificamos, adoramos, damos gracias. Señor Dios, Rey celestial (Gloria) Señor, Hijo Jesucristo (Gloria) Señor Dios, cordero de Dios, Hijo del Padre. Gloria a Dios en el Cielo y paz en la tierra. (bis) Tú que quitas el pecado ten piedad del mundo. Tú que quitas el pecado escucha nuestra voz. En tu asiento junto al Padre (Gloria) Sólo Tú, Santo, Señor (Gloria) Con el Espíritu Santo, Gloria al Señor. Gloria a Dios en el Cielo y paz en la tierra. Gloria a Dios en el Cielo y paz en la tierra.

Aleluya de la Tierra (corto)
Aleluya cantará, quien perdió la esperanza, y la tierra sonreirá, aleluya.

Saber que vendrás
En este mundo que Cristo nos da, hacemos la ofrenda del pan. El pan de nuestro trabajo sin fin, y el vino de nuestro cantar. Traigo ante Ti nuestra justa inquietud, amar la justicia y la paz. Saber que vendrás, saber que estarás, partiendo a los pobres tu pan. (bis) La sed de todos los hombres sin luz, la pena y el triste llorar. El odio de los que mueren sin fe, cansados de tanto luchar. En la patena de nuestra oblación acepta la vida, Señor.

Santo (Lelo) Tenerife
Santo es el Señor, Dios del Universo Cielo y tierra están llenos de su gloria, hosanna. Y bendito el que viene en nombre del Señor, hosanna en el cielo. Y bendito el que viene en nombre del Señor, hosanna en el cielo.

Cordero de Dios
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo ten piedad de nosotros. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo ten piedad de nosotros. Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo ten piedad y danos la paz. Ten piedad y danos la paz.

Magnificat
Proclama mi alma la grandeza de Dios, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, porque ha mirado la humildad de su esclava. Desde ahora me felicitarán. Todas las generaciones, todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho grandes cosas en mí, todas las generaciones, todas las generaciones, porque el Poderoso ha obrado en mí. Mi alma glorifica a mi Señor. (4) Ensalza al humilde, lo llena de amor y al que no tiene nada acogerá, y cumplirá siempre fiel su promesa. Desde ahora me felicitarán.

Hoy he vuelto, Madre
Cuántas veces siendo niño te recé, con mis besos te decía que te amaba, poco a poco con el tiempo olvidándome de ti, por caminos que se alejan me perdí, por caminos que se alejan me perdí. Hoy he vuelto Madre a recordar, cuántas cosas dije ante tu altar, y al rezarte puedo comprender que una madre no se cansa de esperar, que una madre no se cansa de esperar. Al regreso me encendías una luz, sonriendo desde lejos me esperabas, en la mesa la comida aún caliente y el mantel, y tu abrazo en mi alegría de volver, y tu abrazo en mi alegría de volver. Aunque el hijo se alejara del hogar, una madre siempre espera su regreso, que el regalo más hermoso que a los hombres da el Señor es su madre y el milagro de su amor, es su madre y el milagro de su amor.

Dijiste Sí (LA)
INTRO: Cej 1 Dijiste Sí y la tierra estallo de alegría Dijiste Sí y en tu vientre latia divina, la Salvacion. Hágase en mí, de corazón, la voluntad de mi Señor. Que se cumplan en mí cada día los sueños de Dios. María, las tinieblas se harán mediodía a una sola palabra que digas, en tus labios alumbra ya el Sol. María, la doncella que Dios prometía, un volcán de ternura divina, primavera de un Dios Redentor. Gabriel tembló, conmovido con tanta belleza Madre de Dios, cuélame en tu mirada de amor de la Anunciación. // Hágase en mí, de corazón, la voluntad de mi Señor. Que se cumplan en mí cada día los sueños de Dios. María,las tinieblas se harán mediodía a una sola palabra que digas, en tus labios alumbra ya el Sol. María, la doncella que Dios prometía, un volcán de ternura divina, primavera de un Dios Redentor. // Final: primavera de un Dios Redentor.